TALLER-ENCUENTRO LA POESÍA, CITY BELL - LA PLATA

jueves, 25 de diciembre de 2014

Despidiendo el año con Juan Octavio Prenz

      Desde pasaditas las 19 del martes 23 de diciembre hasta cerca de las 2 del nuevo día, un bello y nutritivo encuentro con el poeta, narrador, traductor y bailarín, Juan Octavio Prenz.


 Antes del durante
      Fuimos de la partido (lamentando las ausencias): Laura Ceniceros, Carolina Cortazzo, Hermeto González, Justine Bevilacqua, Julián Trovero, Paula Gabriel, Bernabé Malacalza…, Juan Octavio Prenz y José María Pallaoro.



     Luego de las formalidades del taller, líquidos bendecidos por pájaros de infinita niebla...

      MUNDO DESPIERTO taller de lectura y escritura creativa. Gracias a todos por haber compartido este 2014 pleno de poesía.

lunes, 15 de diciembre de 2014

Lectura en El ANTIDOMINGO, Espacio Cultural Oliverio Girondo, sábado 29 de noviembre de 2014


Lectura en El ANTIDOMINGO, Espacio Cultural Oliverio Girondo, Villa Crespo, Buenos Aires, el sábado 29 de noviembre de 2014. 

Textos de “Son dos los que danzan”.

Dos textos de “Setenta y 4”.

sábado, 11 de octubre de 2014

El jueves 9 de octubre, con un invitado de lujo: Néstor Mux

En taller, con Néstor Mux

El jueves 9 de octubre, con un invitado de lujo: Néstor Mux.

      Desde las 18:30 hasta las 23 largas, un extenso diálogo con el poeta platense que no fumó en todo ese tiempo.
  
     Néstor Mux, acerca de la muerte de Ana Emilia Lahitte: Durante la extensa charla con Néstor, surgió el nombre de Ana Emilia Lahitte. A más de un año de su muerte, Mux nos comparte un escrito sobre la poeta platense: "Contrastes". 


     Ana Emilia Lahitte falleció el 10 de julio de 2013. Había nacido, en la ciudad de La Plata, un 21 de diciembre de 1921. Néstor Mux, uno de nuestros fundamentales poetas, un par de meses después de la muerte de Ana Emilia, la recuerda de esta manera. 
CONTRASTES

     De muchachos, recién finalizada la secundaria, entramos con Rafael Felipe Oteriño a aquella casa antigua de 53 entre 10 y 11.

     Los ventanales iluminados del primer piso rozaban los árboles de la avenida. La alfombra mullida acompañaba una escalera lustrada y una asistente cálida recibía en bandejita un malbec inolvidable.

     Los invitados, a quienes advertíamos de la edad de nuestros padres, eran a quienes leíamos en la sección Prosa y Verso de El Día y en la que nosotros habíamos empezado a aparecer.

     La primera e inesperada sensación —que nos alentaba, claro— fue que éramos tratados como iguales, no como chicos.

     Entre muchos otros, recuerdo a Gustavo García Saraví, quien hacía reír a la concurrencia; la voz grave y hospitalaria de Roberto Themis Speroni; el criollismo, ligeramente aristocrático, de Horacio Núñez West y de Horacio Ponce de León. Y la anfitriona, Ana Emilia Lahitte, quien hacía posible nuestra entrada a seres queridos y memorables, y ahora, abolidos y remotos.


     Treinta años después justamente —1995—, Ana Emilia Lahitte publica un libro que tuvo una difusión considerable: Cinco poetas capitales. Osvaldo Ballina, Horacio Castillo, Rafael Felipe Oteriño, Horacio Preler y quien escribe.


     Me consta la significación de la obra, profunda y prolífica de mis colegas. Lo que no me consta es haber estado a la altura de las circunstancias. Personalmente entiendo que no fundé una obra: sólo escribí versos. Me consta, eso sí, la generosidad de la autora en incluirme. Y este otro aliento, similar al que refiero, cuando de muchachos nos recibió en su casa.


     Este invierno, Osvaldo Ballina me hace saber que visitaba a Ana Emilia Lahitte en un geriátrico a las afueras de la ciudad. “Será duro”, me adelantó.

     Encorvada sobre una taza y un pedazo de pan sin tocar, trató de sonreír cuando le besé la mano. Necesité devolver, en parte, aquel aliento prestado. Traté de hablar pero no me salió nada.


     Recorrí los rostros ajenos de los otros viejos, que esperaban, compartiendo una mesa larga.
     Entendí que se había hecho de noche. Y no sólo a través de la ventana de aquella casa de nadie.
  

La Plata, septiembre 2013













     Luego de las formalidades del taller, hubo picadita, líquidos bendecidos, risas, guitarreada...



jueves, 2 de octubre de 2014

POESÍA DE MIÉRCOLES 1

 César Cantoni, José María Pallaoro, Olga E. Romero y Mariana Finochietto 

     ¿Se frecuentan los poetas para dialogar, discutir sobre poesía?, ¿organizan lecturas, encuentros?, ¿proyectan modos viables para la circulación de los poemas?, ¿piensan en un lector?, ¿arman pequeñas editoriales, revistas, espacios para mostrar sus creaciones?..., ¿es la poesía necesaria y tan importante como para analizar estos y otros interrogantes? 

                                                 Leandro López, César Cantoni, José María Pallaoro y Olga E. Romero

     Hace años observo el devenir de la poesía actual y creo que vale la pena la belleza, el conocimiento, un modo de estar en el mundo. El mejor modo de esperar es ir al encuentro, escribió Mario Trejo. Por eso, poesía de miércoles.

     En este primer encuentro, fuimos de la partida, además de quien suscribe: César Cantoni, Olga Edith Romero, Leandro López y Mariana Finochietto. Comenzamos a caminar.

Cantoni y Pallaoro

César Cantoni
ÁLBUM DE FAMILIA

Murió mi padre, murieron mis abuelos,
murieron mis tíos carnales y políticos.
Una familia entera de herreros,
ebanistas, curtidores, albañiles,
yace ahora sin fuerzas bajo tierra.
Y yo, el más inútil de todos,
el que no sabe hacer nada con las manos,
he logrado sobrevivir impunemente
para llorar delante de una foto
lo mejor de mi sangre.



Olga Edith Romero
TANTA PEQUEÑEZ

Nuestra humanidad
tiene la pequeñez
del comején
y pretende que un Dios
se ocupe de sus días y sus noches
cuando un enorme
y oscuro pie
destruye el hormiguero.



Leandro López 
(Fragmento de poema)

El desorden que me encarna vuelca
flores turquesa en el lago azul de mi ser
y besos como de pitonisas en trance y
hondura surcada por estremecimiento de pastizales
erráticos y fauna con músculos contraídos
¿adónde me arrastra el perdurar de mis simulacros?



Mariana Finochietto
SOBRE MI FRENTE…

Sobre mi frente
pesa el transcurrir
de una vida
que olvida
su destino de río.
Es humana
esta vana soberbia
de ignorar
el azar.
A ciegas,
naufragamos
en lo profundo
de las noches.
Y aprendemos
que el coraje
es soltar
y ceder
al curso del agua.



José María Pallaoro
ANIMALES

¿Han visto tendido en el jardín a algún animal llorar sus pecados? Veo el inundar de sus ojos en la gramilla acristalada. Una mujer queriéndolo alimentar con sopa de verduritas y especias. El pecado no es original, una copia inédita de madera de cajón de manzana. Durmió entre las paredes y creció hasta hacerse encima del pis y del olvido de una insistencia que nunca cumple sus promesas. Y ahí está el pobre. ¿Lo han visto? Cierren los ojos, imaginen un espejo.





viernes, 22 de agosto de 2014

Nos visita Eduado Bechara Navratilova

Hermeto González, Carolina Cortazzo, José María Pallaoro, Eduardo Bechara, 
Laura Cristina Ceniceros, Justine Bevilacqua y Graciela Abal



     Anoche, en el taller, nos visitó el trotamundo y escritor colombiano Eduardo Bechara Navratilova (Bogotá, Colombia, 1972). “En busca de poetas” se llama el proyecto de Eduardo que arrancó en nuestro Sur y concluirá en Venezuela. Recopilación de libros, textos y una crónica de viaje. Poetas desconocidos, poco reconocidos, inéditos fue encontrando Eduardo desde hace un año y medio, cuando inicio su viaje con la intención de realizar una radiografía poética de América del Sur. Una vez terminado su viaje, Eduardo piensa radicarse en Praga para concluir éste más que interesante y necesario trabajo.



 Comparto algunos poemas de su libro “Poemas para una ciudad, un insecto y una mujer”, un homenaje a su ciudad más amada, Praga.

Hermeto González, Carolina Cortazzo, José María Pallaoro, Eduardo Bechara, 
Laura Cristina Ceniceros, Justine Bevilacqua y Graciela Abal



I

Silencios de esquina,
Silencios de alfil y de caballo,
Silencios góticos, secretos,
De reina, torre y castillo.
Praga.

Viejo latir de imperio,
Latir constante de relojes,
Respiración
De quienes cruzan por tus calles,
De quienes existieron.

Vuelvo a ti,
A mis lazos de sangre.

Te ofrezco mis palabras
Y mi aliento.

Mi cuerpo te busca,
Te recorre. 

Eduardo Bechara, Mechi (Mercedes) do Eyo, José María Pallaoro, Hermeto González, 
Laura Cristina Ceniceros, Justine Bevilacqua

 

IV

Las puertas del puente Carlos
Se levantan en un lado y en otro,
Guardias fuertes, grandes y orgullosos.

San Nicolás me saluda
En Mala Strana,
Como si fuera
Un ciudadano más que cruza el puente.

Las cúpulas se levantan
Entre tejados ocres,
Que vienen del castillo.

Al otro lado,
La ciudad vieja.
Bohemia refleja sus fachadas
Sobre el río.

El Vltava fluye calmo y silencioso
Como el tiempo.



VII

Praga,
Si fueras de carne y hueso
Dibujaría tus formas.

Te amaría,
Y nadie
Volvería a caminar
Por tus andenes.
Nadie.

Sería tu dueño
Y tu esclavo.


 
IX

Praga,
Si me dices que existo
Gritaré tu nombre,
Esculpiré tu cuerpo,
Y añoraré por siempre
Tus susurros de mujer eslava.

Agárrame en tus brazos,
Quiero llevarte en mis huesos,
En mi alma.

Si me dices que tu corazón late sin mí,
Me arrojaré a las aguas del Vltava.



XI

A veces es mejor amar que ser amado,
Dejarse llevar por la miel invisible
Que transporta y embriaga.

Déjame desnudar tus calles,
Tus cúpulas,
Tus fachadas.

Déjame bajar por tus colinas,
Saborear tu elixir:
Agua de río
Entre tus piernas.

En el castillo,
Ver tu rostro perdurable.