POETAS Y ESCRITORES HOMENAJEARON A
ROBERTO THEMIS SPERONI EN EL
I FESTIVAL DE POESÍA CITY BELL
Por Margarita Eva Torres
En el Espacio-Encuentro
La Poesía de City Bell, los poetas y escritores Néstor Mux, Lalo Painceira,
Luis Pazos Carlos Aprea y Susana Siveau, entre otros, participaron del I Festival de Poesía de City Bell,
organizado por José María Pallaoro y miembros del taller que coordina “Mundo Despierto”, a fines de diciembre
último.
El encuentro fue un anticipo de otro mayor que
se realizará en septiembre de 2013; este primer Festival se realizó en el marco
del 90° natalicio del poeta citibelense Roberto
Themis Speroni y pretende generar un
espacio para la reflexión sobre las nuevas voces poéticas del partido de La
Plata, convocando también a voces representativas del país, Latinoamérica y el
mundo.
José María Pallaoro recordó que “el maestro” Roberto Themis Speroni murió
hace 45 años y lamentó que en ningún ámbito vinculado a la cultura y
especialmente a la literatura y a la poesía se haya hecho nada para recordarlo.
No obstante, el escritor y editor de “Libros de La Talida Dorada” reconoció
que la falta de reconocimiento a tantos grandes hombres de las letras de
nuestro tiempo, “no es responsabilidad
solamente de la gente de la cultura, sino también de quienes intentamos
escribir poemas” y cuestionó que nombres como el de Speroni “queden en el olvido o sólo se conozcan por
el nombre de un colegio, de una calle o de materiales confusos que nadie lee”.
Mux, Pazos y Painceira coincidieron al resaltar
la humildad y generosidad de Speroni, a quien tuvieron la oportunidad de
conocer personalmente. Pazos, autor, entre otros títulos, de “El Cazador
Metafísico. Poesía Reunida I”, admitió que el poeta de City Bell “tenía algo de extraordinario: fabricó su
propia leyenda”, por su particular y sencillo modo de vivir en su casa, “su lugar”, su mundo.
“Tenía algo de teatral y era un gran poeta”,
señaló Pazos; mientras que Pallaoro reveló que Speroni también dibujaba y
escribió un libro de fábulas, hoy perdido, además de textos que permanecen inéditos
y que próximamente la editorial que dirige reeditará junto a los libros que
Speroni publicó en vida.
Néstor Mux relató que “era un pibe” cuando conoció a Speroni, primero a través de su obra
que, en fragmentos, solía publicar el diario El Día, en una sección llamada “Prosa
y Verso” que el diario tenía por aquellos años.
El autor de producciones como “Nosotros en la
tierra”, “Cartas íntimas para todos”, “Perros atados”, “Papeles a
consideración” y “Disculpas del irascible”, contó que conoció a Speroni a
instancias de su padre, en un bar céntrico de La Plata: “Nos acercamos a su mesa. Estaba solo, tomando un aperitivo. Mi padre le
dijo que estaba escribiendo versos, que lo quería conocer y así se inició un contacto
que se interrumpió cuando murió”.
"Me
pidió que le llevara lo que estaba haciendo. Un día tomé un micro y le llevé
unos 20 engendros. El los leyó y dijo: Esto no es malo, es muy malo. Salí de su
casa herido de muerte, como si me hubiese caído una bomba encima y en el camino
fui rompiendo uno a uno los papeles”.
Sin embargo, Speroni, que era “un verdadero maestro: honrado, sincero y
profundo” había apreciado la capacidad del joven poeta: “El día que murió, mi padre me contó que le había dicho que con el tiempo yo iba a
escribir muy bien, pero que no debía decírmelo mientras él viviera. Speroni
había valorado mi gesto de romper los papeles al irme de su casa porque es la
única manera de escribir. La noticia de su muerte fue un gran dolor”.
Mux también lamentó la falta de difusión de la
obra de Speroni, aunque aclaró que “en
este mundo no se reconoce a nadie” y mencionó el proyecto que busca que la
localidad de City Bell lleve el nombre de Roberto Themis Speroni: “eso, por ejemplo, no le pasó a Kafka, que fue un escritor importantísimo”.
Pazos subrayó que Speroni “nunca pretendió ir más allá. Era muy feliz en su vida, con los poetas
jóvenes y sus libros. Era muy auténtico. Nosotros íbamos para escucharlo. No
era un poeta desdichado. Era muy feliz”.
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Estos encuentros son muy importantes, ojalá continuen, enriquecen el alma. De alguna manera se perdieron en los tiempos del individualismo y el consumo, por eso brindo por esta bella idea de Pallaoro! Lo único que lamento es no haber podido estar. La próxima estaré.
ResponderEliminarCariño inmenso, Paula.