Hermeto González, Carolina Cortazzo, José María Pallaoro, Eduardo Bechara,
Laura Cristina Ceniceros, Justine Bevilacqua y Graciela Abal
Anoche, en el taller, nos visitó el trotamundo y escritor colombiano Eduardo Bechara Navratilova (Bogotá, Colombia, 1972). “En busca de poetas” se llama el proyecto de Eduardo que arrancó en nuestro Sur y concluirá en Venezuela. Recopilación de libros, textos y una crónica de viaje. Poetas desconocidos, poco reconocidos, inéditos fue encontrando Eduardo desde hace un año y medio, cuando inicio su viaje con la intención de realizar una radiografía poética de América del Sur. Una vez terminado su viaje, Eduardo piensa radicarse en Praga para concluir éste más que interesante y necesario trabajo.
Comparto algunos poemas de su libro “Poemas para una ciudad, un insecto y una mujer”, un homenaje a su ciudad más amada, Praga.
Hermeto González, Carolina Cortazzo, José María Pallaoro, Eduardo Bechara,
Laura Cristina Ceniceros, Justine Bevilacqua y Graciela Abal
I
Silencios de esquina,
Silencios de alfil y de caballo,
Silencios góticos, secretos,
De reina, torre y castillo.
Praga.
Viejo latir de imperio,
Latir constante de relojes,
Respiración
De quienes cruzan por tus calles,
De quienes existieron.
Vuelvo a ti,
A mis lazos de sangre.
Te ofrezco mis palabras
Y mi aliento.
Mi cuerpo te busca,
Te recorre.
Silencios de esquina,
Silencios de alfil y de caballo,
Silencios góticos, secretos,
De reina, torre y castillo.
Praga.
Viejo latir de imperio,
Latir constante de relojes,
Respiración
De quienes cruzan por tus calles,
De quienes existieron.
Vuelvo a ti,
A mis lazos de sangre.
Te ofrezco mis palabras
Y mi aliento.
Mi cuerpo te busca,
Te recorre.
Eduardo Bechara, Mechi (Mercedes) do Eyo, José María Pallaoro, Hermeto González,
y Laura Cristina Ceniceros, Justine Bevilacqua
IV
Las puertas del puente Carlos
Se levantan en un lado y en otro,
Guardias fuertes, grandes y orgullosos.
San Nicolás me saluda
En Mala Strana,
Como si fuera
Un ciudadano más que cruza el puente.
Las cúpulas se levantan
Entre tejados ocres,
Que vienen del castillo.
Al otro lado,
La ciudad vieja.
Bohemia refleja sus fachadas
Sobre el río.
El Vltava fluye calmo y silencioso
Como el tiempo.
Las puertas del puente Carlos
Se levantan en un lado y en otro,
Guardias fuertes, grandes y orgullosos.
San Nicolás me saluda
En Mala Strana,
Como si fuera
Un ciudadano más que cruza el puente.
Las cúpulas se levantan
Entre tejados ocres,
Que vienen del castillo.
Al otro lado,
La ciudad vieja.
Bohemia refleja sus fachadas
Sobre el río.
El Vltava fluye calmo y silencioso
Como el tiempo.
Praga,
Si fueras de carne y hueso
Dibujaría tus formas.
Te amaría,
Y nadie
Volvería a caminar
Por tus andenes.
Nadie.
Sería tu dueño
Y tu esclavo.
IX
Praga,
Si me dices que existo
Gritaré tu nombre,
Esculpiré tu cuerpo,
Y añoraré por siempre
Tus susurros de mujer eslava.
Agárrame en tus brazos,
Quiero llevarte en mis huesos,
En mi alma.
Si me dices que tu corazón late sin mí,
Me arrojaré a las aguas del Vltava.
Praga,
Si me dices que existo
Gritaré tu nombre,
Esculpiré tu cuerpo,
Y añoraré por siempre
Tus susurros de mujer eslava.
Agárrame en tus brazos,
Quiero llevarte en mis huesos,
En mi alma.
Si me dices que tu corazón late sin mí,
Me arrojaré a las aguas del Vltava.
A veces es mejor amar que ser amado,
Dejarse llevar por la miel invisible
Que transporta y embriaga.
Déjame desnudar tus calles,
Tus cúpulas,
Tus fachadas.
Déjame bajar por tus colinas,
Saborear tu elixir:
Agua de río
Entre tus piernas.
En el castillo,
Ver tu rostro perdurable.